sábado, 19 de noviembre de 2011

Operación Sauna


¡Pues si, amigos! Es oficial: Chamizo Pop ha caído en el sensacionalismo. Y para aumentar la controversia, he decidido estrenarme en este arte en su forma más obscena, que consiste en poner imagenes picantonas para atraer a los lectores más lascivos. Era de esperar, desde hace meses esto va en picado, la foto de mi peinado no ayudó, ahora toca repuntar por lo civil o lo criminal, como diría mi añorado Inda.

Pero bien, si vuestros viciosos ojos os dejan ir más allá de la imagen, si os vá el tema sado y queréis torturar vuestro cerebro con palabrería barata y carente de sentido, con estas entradas tan características de Chamizo Pop en las que uno siempre termina preguntándose si realmente escribo pensando en lo que digo y, si una vez lo escribo, vuelvo a leerlo. Las respuesta es más que evidente: no. Lo siento, pero no es mi estilo. Mi técnica, por así llamarlo, consiste en soltarlas al vuelo. Venga, a quien vamos a engañar, si estáis aquí es porque soy un pesado y siempre os recuerdo/obligo a que leais esta basura, hoy no será diferente, vamos al tema que nos concierne, que se hace tarde. Las saunas.

Estando en un país en los que hay más saunas que coches, en los que toda la población podría estar en la sauna al mismo tiempo, pues que menos que adaptarme a la cultura autóctona y acudir a tan jaleada y caldeada habitación. Porque, al fin y al cabo, una sauna, el lugar más caliente de la tierra en la que uno se mete voluntariamente, no es más que eso, una habitación  en la que no se necesita más que una estufa, unas piedras y, esto ya es opcional, un whisk, ese ramillete que veis en la fotografía que se usa para sacudirse a uno mismo y, en teoría, aliviar el dolor de los músculos. Un servidor, respeta todas las culturas y creencias, pero lo de flagelarse no le va, así que no lo ha probado.

Cuando digo que no se necesita más, es literal. El buen finlandés va a la sauna como dios lo trajo al mundo: con el whisk bajo el brazo. Todo lo demás sobra. Tengo que confesar, que yo soy muy pudoroso, no estoy preparado para tal cosa. Incluso me entra la risilla floja cuando veo algo así, como para ponerme yo en ese estado de desnudez total. Pero eso si, uno puede ser pudoroso, pero la vanidad... ¡Ay, la vanidad!¿Que podríais esperar de un tio que se sabe de memoria el diálogo del video de ramón el vanidoso? Pues uno, que viendo los cuerpos que parecen cincelados por el mismísimo Michelangelo, pues se ha decidido a hacer unos abdominales para lucir en la sauna. Es lo que se llama emprender la Operación Sauna, título que se me ocurrió en un alarde de originalidad, y que por ahora, no es que vaya muy bien. No llevo mucho tiempo, un par de semanas, pero los resultados estéticos todavía no son los esperados. Eso sí, jugando al fútbol me noto más en forma, aunque puede que sea paranoia mía, como aquella vez que pensé que Mozano me estaba robando la pasta de dientes, y al final era yo el que se la robaba a el.

Ya veremos cuanto me dura la tontería, quizás la diosa fortuna sonría a las lectoras y la próxima foto picante que aparezca en este blog serán mis abdominales encabezando una entrada. ¡Ese día, si que será necesario catalogar la entrada de NSFW!

2 comentarios:

  1. Aínda me lembrei o outro día do da pasta de dentes. Dende que te fuche estame durando en demasía.

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  2. Ahora hay cierto germano al que usurpo, jijiji

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